10 de Diciembre de 2014
Tercer y último día en Túnez

El taller de fotografía de viajes en Túnez va llegando a su fin, y así entramos en nuestro tercer día. El amanecer como siempre, en la playa nos dejó fotos espectaculares que quedaron en nuestras tarjetas de memoria. Ya comenzamos las visitas en la Ciudad Santa de Kairuoán, donde vimos las Cisternas Aghlabid para recoger el agua potable, la impresionante Mezquita de Uqba, o la Gran Mezquita. Construida en el 670 de nuestra era, está declarada Patrimonio de la Humanidad y es una de las más importantes mezquitas del país, y está considerado como el más antiguo santuario del Occidente musulmán. Su gran Minarete, su patio, sus columnas y su gran sala de oración, nos reconforta el alma mientras hacemos fotos. A continuación nos acercamos a visitar la tumba de Abu Zama el-Belaoui, compañero del mismo Mahoma (sahab significa “compañero de Mahoma”) y que según la leyenda, fue un santo que conservaba tres pelos de la barba del profeta Mahoma, por lo que le llamaban «El Barbero». No dejan entrar hasta la tumba de El Barbero, aunque un sacristán del morabito te echa agua de azahar y por una propina y dejándole tu cámara hace fotos del interior de la misma. Su azulejos de bellos colores y sus columnas, nos dan mucho juego fotográficamente hablando.

Tras visitar esta Ciudad santa, emprendimos viaje a Monastir, para ver el Mausoleo del Presidente Habib Bourguiba, primer presidente del país libre. Un gran paseo nos muestra la grandiosidad del mismo,y su bella decoración de marmol blanco de Carrara. En el interior debemos destacar la tumba del Presidente. Junto al Mausoleo encontramos un pequeño cementerio y enfrente la Fortaleza de la ciudad, para muchos la mejor construcción defensiva del país. Ya hemos llegado a Susa o Sousse, pequeña ciudad costera con un gran encanto y con una Medina declarada en 1988 Patrimonio de la Humanidad, y que nos dejó buenas fotos de artesanos, objetos, y la vida en la calle, en suma otro día muy buen aprovechado y con muchas fotos listas para disfrutar una vez revisadas de vuelta a casa.