10 de Julio de 2017
SEGUNDO DIA EN MASAI MARA

Nuestro segundo día en Masai Mara comienza al alba, abandonando el Sekenani Campo, atravesamos el parque en dirección al Basecamp Masai Mara, conocido recientemente por haberse hospedado allí la familia Obama en su visita a Kenia.

Nada más abandonar el campamento, comenzamos a ver la fauna que nos rodea por todos lados: Jirafas masai (Giraffa camelopardalis tippelskirchi), disitntas a las vistas hasta ahora, con sus dibujos que simulan hojas; las cebras van surgiendo a nuestro paso, y vemos una bella Carraca de vivos colores; al poco miles búfalos, más cebras y ñues nos rodean. También vemos bellos pájaros, Babuuinos, Avestruces, Facóceros, Hienas moteadas, y una gran sorpresa una hembra de Guepardo con una cría ya de tamaño adulto. tras un buen rato disfrutando de estos bellos felinos, un accidente de una de la furgonetas que llevaban a otros turistas, nos hizo bajar para echarles una mano....con los guepardos a 25 metros, el corazón a 200 pulsaciones pero había que ayudar a los compañeros a desatascar su vehículo.

Seguimos de safari  y vemos un rebaño de Antílope Eland, el gigante del parque ya que un macho adulto puede pesar hasta 950 kilogramos. Un poco más adelante vemos un grna grupo de hipopótamoss, también un lujo su visión, y por contrapartida unos bellos Abejarucos menores. Y otro momento especial cuando junto a nosotros teníamos una leona comiendo una cebra cazado en la noche.

Seguimos por los caminos hacia nuestro campamento y vemos andando un ave rapaz estirada, larguirucha y con un porte gracioso, el Secretario o Serpentario (Sagittarius serpentarius), especialista como su nombre indica en cazar serpientes con sus largas patas. Más Elan y peleas de Nús, hasta que vemos el plato fuerte de loq ue fue el día, una familia de cuatro guepardos, comiendo un macho de gacela.

Una madre y sus res crías ya crecidas, estaban dando buena cuenta de este bello animal, mientras decenas y decenas de buitres , un Marabú y una Hiena, esperaban su turno. Los guepardos comían y descansaban sin parar, pero controlaban su territorio y era gracioso ver como los pequeños asustaban a los buitres que levantaban el vuelo y se paraban tres metros más atrás para acontinuación con pequeños saltos recuperar el terreno perdido. Hasta que los guepardos no se dieron por satisfechos y con sus barrigas redondas de tanto comer se fueron del macho de gacela, no se atrevieron a comenzar a comer. Poco a poco fueron lelgando más y más buitres de tres especies distintas, y las peleas se sucedían sin parar. Había momentos en el que no se veía ni un centímetro del animal, solo plumas, garras y picotazos. Tanto fueron los buitres que llegaban al cadáver que en poco más de diez minutos no quedó nada más que los huesos y la piel.

para terminar el día qué mejor que un atardecer de película?